Legalizacion del aborto: escritores celebran la libertad de eleccion y el fin de la clandestinidad : Noticias de Argentina
La sancion de la Ley de Interrupcion Voluntaria del Embarazo genero satisfaccion, euforia y hasta desahogo en un conjunto de escritores y escritoras que, desde la ficcion, la accion en redes y la implicacion en distintas campañas, contribuyeron a esta instancia que le otorga legalidad a un reclamo que una parte de la sociedad ya habia legitimado a traves de debates que pusieron el foco en la reivindicacion de la soberania de los cuerpos y el acceso universal al aborto asistido.
La explosion emocional que se produjo luego de que el cartel electronico que enmarca la Camara de Senadores consagrara como favorable el segundo proyecto de ley sobre el aborto que se debate en el Congreso, condensa una trama de luchas y reivindicaciones que durante mucho tiempo empujaron en soledad los colectivos feministas pero que, en los ultimos años, se consolidaron en la agenda publica como una demanda urgente articulada por grupos intergeneracionales y socialmente heterogeneos.
“Este hito tiene muchisimas implicancias. Una de ellas es el respeto a la capacidad de decision de las mujeres y a nuestra autonomia. Todavia vivimos en una sociedad en donde muchas veces no se respeta el derecho de las mujeres a decir que no, ante distintas situaciones, que pueden ir desde una relacion sexual hasta cuestiones tan decisivas y determinantes como la maternidad”, señala la escritora Florencia Abbate.
Para la autora de Biblioteca feminista, el derecho al aborto implica tambien “un poco menos de injusticias de clase, que en nuestra region son tantas, y la posibilidad inmediata de evitar muertes por abortos precarios. Todas las implicancias de esta ley son a favor de una sociedad con mas justicia y libertad”.
En esa linea reflexiona tambien la escritora Agustina Bazterrica, para quien la aprobacion de la ley no implica conductas compulsivas ni una vulneracion de los derechos de quienes se oponen a la interrupcion del embarazo: “La despenalizacion del aborto no obliga a abortar, sino que legaliza y ofrece seguridad a quienes deciden hacerlo, evitando situaciones de clandestinidad que causan la muerte de miles de mujeres y personas gestantes”, analiza.
Y prosigue: “La penalizacion demostro su fracaso. No solo no persuade a nadie de no interrumpir embarazos no deseados, sino que funciona como una pena de muerte de hecho, y de clase, de las personas mas vulnerables. Aplaudo la lucha de tantos años de las feministas que abrieron canales de informacion que redujeron el miedo, el desconocimiento, la hipocresia y la doble moral. La maternidad debe construirse desde la libertad de eleccion, no desde el mandato social punitivo”.
Tanto la autora de Cadaver exquisito como Abbate participaron de distintas acciones impulsadas por un colectivo de escritoras que viene acompañando la campaña por la legalizacion del aborto desde el proyecto de ley presentado en 2018 en el Congreso.
Junto a otras 26 autoras entre las que se encuentran Claudia Piñeiro, Maria Ines Krimer y Claudia Aboaf, leyeron en la vigilia del debate en el Senado un texto coral titulado Fuego verde que enfatiza la necesidad de aprobar el aborto legal, seguro y gratuito “para que el deseo no sea un privilegio”.
Contra el debate obsoleto, el verdadero debate se dio en la calle y en las militancias
De la movida participo tambien la ensayista Lucia De Leone, una de las coordinadoras del primer volumen de la flamante
A la vez, la investigadora se expide tambien sobre lo que analiza como una sancion a destiempo: “Es un debate tardio, obsoleto, que se nutre de argumentos irresponsables que parecen venir de una epoca muy atras. El debate ya esta dado, se dio en la calle, en las militancias, en todos lados”.
Otra de las que integro el entramado de escritoras que militaron la legalizacion del aborto fue Alejandra Laurencich, quien sostiene que, con esta ley, “la Argentina ha salido del oscurantismo, de la hipocresia: aborto hay y hubo desde siempre, en todas las clases sociales y a pesar de la predica de los sectores mas conservadores”.
En este sentido, la autora de Lo que dicen cuando callan señala que si bien eso “seguira existiendo”, a partir de esta flamante ley “lo clandestino sale a la luz, y la conciencia de cada mujer gestante podra entonces decidir bajo el amparo de los protocolos de la salud publica, en un marco de informacion y no de ignorancia”.
La sancion termino con una injusticia historica
Aunque impulsada en su cara mas visible por los colectivos feministas y la marea verde integrada por las nuevas generaciones de mujeres que la convirtieron en su lucha identitaria, la legalizacion del aborto no deja afuera a hombres y escritores como Sergio Olguin, que en su novela Lanus (2002) retrata los contratiempos de una pareja de jovenes que quiere abortar y no tiene los medios para concretarlo.
“La sancion implica terminar con una injusticia historica, es terminar con una condena a muerte de muchas mujeres que no pueden acceder a un aborto en las condiciones sanitarias optimas. Es tambien poner al Estado a proteger y a cuidar a las personas gestantes, darles la posibilidad de llevar adelante su vida como ellas quieren, sabiendo que hay un sistema social que las respalda”, señala el escritor.
Para Olguin, la sancion de la ley no solo mejora la situacion de las personas gestantes sino que promueve una sociedad mas justa: “Tanto el feminismo como los colectivos LGTBIQ+, con sus reivindicaciones, sus luchas y reclamos, consiguieron que la Argentina sea un pais mucho mejor que el que teniamos hace veinte años. Lo que vuelve a demostrar que ningun Estado regala derechos ni mejoras si no hay un trabajo de militancia”, precisa.
Tambien apelo a la literatura para escenificar su vision sobre el tema el escritor Ariel Magnus, que bajo un titulo sin sutilezas, El aborto. Una novela ilegal (2018), cuenta la historia de una mujer que a los 40 años queda embarazada sin desearlo y junto a su pareja se proponen viajar a Uruguay, donde la practica abortiva ya esta legalizada.
“Escribi mi novela cuando era un tema absolutamente tabu. De eso hace nada mas que cuatro años. No hay que olvidarlo, aun cuando a este segundo tratamiento de la ley hayamos llegado casi hastiados, como si fuera un tema que venimos debatiendo hace siglos”, indica.
Ciudadanas de segunda clase
La escritora Dolores Reyes enfatiza que “el movimiento de mujeres logro la salida de la clandestinidad de una practica que es llevada a cabo por mujeres y por todos los cuerpos con posibilidad de gestar” porque indica que “a veces decidimos abortar y a veces no hacerlo, por lo tanto la sancion pone en jaque un mandato que durante siglos hemos padecido las mujeres como una forma de opresion absoluta: el de la maternidad obligatoria, como destino de vida”.
La escritora Cecilia Szperling, que integro el grupo de escritoras pionero en la discusion del aborto, señala: “Que se haya dado esta ley significa romper cadenas, liberarse, tener decision sobre nuestros cuerpos. Fue muy extraño ver como con el matrimonio igualitario y la Ley de Identidad de Genero la sociedad argentina avanzaba mientras que a la vez las mujeres y los cuerpos gestantes estabamos en un espacio donde el utero quedaba encadenado a las decisiones religiosas, como si fueramos parte de una teocracia y no de una democracia”.
“Este estado de ser ciudadanas de segunda clase nos trajo muerte, enfermedades, desproteccion, desvalidez, trajo maternidades no deseadas y niñas madres… esa clandestinidad fue una condena sobre los cuerpos y una condena tambien simbolica de represion y censura. El habernos liberado de esas ataduras significa que nos podemos liberar de otras”, cierra Szperling.
Fuente: argentina.pitirre.info