River: los datos que revelan que es super ofensivo, pero le cuesta convertir
La ultima imagen de River descubre a Nacho Fernandez, por el sector izquierdo, casi como un puntero de los de antes. Levanta la cabeza y lanza el centro que Santiago Sosa cabecea por sobre el travesaño. El juvenil millonario, zaguero de profesion, volante por conviccion y atacante por ambicion, era uno de los seis interpretes millonarios que estaba instalados en el area adversaria.
Iban 51 minutos y se bajaba el telon, sobre el cesped sintetico de Curitiba, frente a Paranaense, un adversario inferior -por su capacidad individual y colectiva y, sobre todo, por los estragos del virus-, que tenia un jugador menos durante los ultimos 20 minutos, por la expulsion de Reinaldo en el 1-1 por los octavos de final de la Copa Libertadores. River fue un equipo super ofensivo, apenas marco un gol, y Bento, el juvenil arquero, de 21 años, no fue la figura. Llena los ojos y, en la ultima estocada, provoca cerrarlos.
El resumen del partido
[embedded content]
“Fuimos un equipo dominador. Pero no tuvimos ese plus en la zona de definicion. Ese es el sabor amargo, pero al menos hicimos un gol de visitante. No me inquieta la falta de gol de los delanteros, pero es verdad que no podemos darle terminacion de lo que producimos. Cuando no definis, queda el sabor a poco”, es el analisis de Marcelo Gallardo, el conductor.
River se convirtio en una formacion hiper ofensiva -entendiendo el contexto, el adversario disminuido, la superioridad global-, que por falta de punteria, frialdad o astucia, es incapaz de resolver la serie. Es, al mismo tiempo, un equipo atrapante. Toma la pelota, levanta la cabeza y va hacia adelante, una sintesis que seguramente volvera a instalar en el Libertadores de America, su casa de alquiler en el final de temporada, este martes, desde las 19.15.
Se saco de encima Marcelo Gallardo el experimento -con luces y oscuridades-, del 4-3-3, con Alvarez, Borre y Suarez, incluyo a un dubitativo Nicolas de la Cruz -tal vez, agobiado por los problemas familiares- y un erratico Nacho Fernandez, desorientado y valiente en casi todo 2020. Y acabo con Suarez, Pratto (entro por Casco), Álvarez, Carrascal, Pinola de wing izquierdo, a metros de Nacho, y Montiel, como moderno numero 7. Y todos en el area, como el pibe Sosa, de 21 años, desprolijo en el pase y un leon en el quite y el contagio.
“Nos estamos conformes. Nosotros vamos a buscar la victoria en todos los estadios. No hicimos la diferencia que debimos hacer, estamos enojados por eso. Tenemos equipo para hacerlo, esa es nuestra idea. Cuando bajamos la intensidad, no se ve tanto nuestra idea. Nos falto ser mas claros para poder convertir“, señalo Pinola, mas punzante cuando tomo la lanza por el corredor izquierdo que en la marca hombre a hombre.
La marca de Gallardo en Brasil
Un rato antes del cabezazo goleador de Paulo Diaz cerca del pitazo final -tal vez, en su mejor produccion en el club de Nuñez-, ya habia saltado dos veces, en la misma sintonia. River se sintio arropado en el cabezazo ofensivo, otro sintoma de sus variantes audaces, cuando las triangulaciones que suele protagonizar Suarez no tenian el mismo efecto. “Volvimos a tener una buena propuesta aerea. Cuando generas tanto y tenes tantos corners a favor… en este caso fuimos contundentes por arriba”, fue el analisis del DT.
“Tenemos que mejorar la calidad del ultimo pase. No perdimos la esencia de lo que somos como equipo, pero nos falto contundencia”, insiste. En esta clase de desafios mano a mano, un partido dado vuelta en el area, puede ser crucial, definitivo. River arranco con un dibujo, lo borro definitivamente y termino con otra idea, menos compacta, totalmente desatada. Paso de un 4-3-1-2 a una suerte de 2-3-5, con Alvarez, Pratto, Carrascal, Suarez y Nacho Fernandez, entrando y saliendo del area.
En Brasil, River solia ahogarse. Ahora, sale a flote, aun cuando esta a punto de perder la fe en la subsistencia. Nada contracorriente, nada siempre hacia adelante, con la pelota en su poder: el 70 por ciento de posesion define una parte de la ecuacion. La otra: dispuso de 16 remates y ¡15! tiros de esquina. Álvarez fue el nuevo lanzador, agotado Nacho Fernandez. Es habil, tambien, en esa faceta el cordobes: primero, un cabezazo de Carrascal impacto en el travesaño. Luego, se presento el gol de Diaz, fuerte en el area rival, mucho mas que en la propia. Fue una suerte de desquite del caudillo, respaldado por el Muñeco, mirado de reojo por los especialistas y los fanaticos.
Conforme a los criterios de
Mas informacion
ADEMÁS
¿Te gusto esta nota?