La Ruta del Vino cuenta con una nueva bodega en Calingasta
San Juan continúa fortaleciendo la industria vitivinícola y sus propuestas de enoturismo destinadas para los sanjuaninos y turistas. Actualmente, la Ruta del Vino en la provincia está compuesta por 24 bodegas distribuidas en los distintos valles.
En este marco, el emprendimiento Cara Sur inauguró su nueva bodega en la localidad de Barreal, Calingasta con el apoyo del Ministerio de Turismo y Cultura y del Ministerio Producción y Desarrollo Económico.
Dicho emprendimiento de amigos y familia, es impulsado por Pancho Bugallo, Sebastián Zuccardi, Marcela Manini y Nuria Añó.
Con unos 100 invitados, se llevó a cabo la celebración para inaugurar esta moderna bodega que está rodeada de viñedos y los paisajes imponentes del Valle de Calingasta. Los asistentes disfrutaron de la degustación con vinos de la casa, la gastronomía regional y hubo un show musical a cargo de Neo Tango Trío.
Participaron del evento el Ministro de Producción y Desarrollo Económico, Ariel Lucero, el intendente de Calingasta, Jorge Castañeda, la directora de Productos Turísticos del Ministerio de Turismo, Martina Canales, representantes de la COVIAR, INV, Cámara de la Industria, Agencia de Inversiones, Agencia calidad San Juan y productores de vino de la región.
Cara Sur · Vinos de Montaña
Cara Sur es un proyecto, que empezó en el año 2011, buscando hacer vinos que expresen la identidad del Valle de Calingasta.
“Hacemos vinos de montaña que revelan parte del carácter y la cultura de este pueblo andino. Trabajamos con viejos parrales de variedades criollas y algunas variedades italianas, ubicadas en su mayoría en el paraje de Hilario. Nuestra viticultura es ancestral”, destacaron los propietarios.
En el año 2020 se inició la obra de la bodega con una importante inversión, parte de ella fue financiada a través del programa de Créditos Fiscales de la provincia.
La capacidad final de la bodega será de 100.000 litros, lo que permitirá vinificar todas las uvas que trabajan en el Valle. Actualmente se produce unas 50.000 botellas que en su mayoría son abiertas en restaurantes de argentina y el mundo, llevando al Valle de Calingasta a un lugar protagónico de la viticultura argentina de hoy y del futuro.
