Alejandro Toro gritó campeón en Rumania de la mano de sus gemelas Bruna y Olivia
“Desde agosto que estoy acá,es el último campeón y hace tres años que viene haciéndolo. Es un equipobien armado y conestructuras grandes, tiene un técnico muy bueno. Con el tiempo empezamos la pretemporada y fuimos una montaña”, relató Ale a Tiempo de San Juan sobre el crecimiento del equipo y su rápida inclusión.
El deportista saltó del techado de UPCN a Rumanía, lugar donde tuvo que adaptarse a otro idioma, costumbres e incluso a la disciplina que en algún punto también resultó ser algo diferente.
“Lo vivícon mucho entusiasmo para ser mi primer año en este club y esta liga. Es bastante positivo, me acopléa mis compañeros, a la cultura, siento que es mi casa. Nos entendemos bastante bien. Es positiva mi experiencia, es distinto, no se juega como en Argentina, son todos altos, grandotes. Me costó, pero me siento adaptado a la vida y al equipo”.
En poco tiempo su vida dio un vuelco de 360 grados, de pasar del centro de San Juan, alArcada Galati de la Copa Rumana. Además, en el medio llegaron sus hijas y todo fue un proceso: el jardín, el idioma y la adaptación de las pequeñas.
“Fue algo que nunca había vivido,mi familia siempre esla que me acompaña. Con Josefina -su esposa- desde los 15 años que estamos juntos. Para mies algo único. Que las gemelas hablen rumano, que digan palabras en otros idiomas, eso también es un logro mas alláde lo deportivo”.
Alejandro también comentó que desde lo contrataron su único objetivo siempre fue salir campeón con el equipo rumano: “Quisellegar lejos en competiciones europeas. Venimos cumpliendo, eso para mi carrera es algo muy importante porque hemos jugamos un clasificatorio de champions, estuvimos con los mejores”.
El día después del campeón fue con la alarma bien temprano para llevar a las gemelas al jardín, pero cuenta que eso también es un título más: “Festejamos con el equipo, tuvimos 7 horas de viajey recién llegué a casa. Pero no había mucho, había que dormir, para después llevar las nenas a la escuela. Lo que siguió fue entrenar, porque se viene la liga. Péro vivir esto con ellas es algo único. Sobrepasa lo deportivo”