Sanjuanina de hierro: tiene 58 años y come 10 huevos al día para la carrera más dura
Correr es cuestión de sacrificio y constancia. Y de eso anda precisamente sobrada Beatriz Lund, una sanjuanina de 58 años que desde hace siete meses dejó sus labores en una escuela de Chimbas y Angaco para fundirse en su traje de neoprene y nadar 1900 kilómetros, hacer otros 90 en bicicleta y correr una maratón de 21.1 de kilómetros de un solo tirón. Si bien el triatlón Ironman ya lo disputó otras veces, la prueba de este 27 de marzo en San Juan será especial y la encuentra en su mejor momento, con triple entrenamiento y una alimentación que consta de, entre otras cosas, consumir 10 huevos al día.
Desde que se jubiló como docente de Educación Física, su rutina prácticamente se divide entre los entrenamientos y consultas médicas. Como cualquier otro deportista profesional, Beatriz cuenta con un equipo de profesionales que está detrás de cada desafío que se propone: tiene nutricionista y médico, además de su entrenador Pedro León, el promotor de su afición a esta exigente carrera.
Su día arranca a las seis de la mañana, con un potente desayuno proteico y después continúa con su entrenamiento en la plazoleta que está frente a la Terminal de Ómnibus, donde corre varios kilómetros en una pista interna de tierra (cuando toca hacer fondo, se va a la zona de Rivadavia y Ullum). Al mediodía almuerza y se sube a la bicicleta para recorrer las rutas sanjuaninas. En la tarde hay gimnasio y por la noche, natación. En el medio consume 10 claras de huevo al día, además de otras comidas (confiesa que tiene un solo permitido a la semana).
“El tiempo que pasaba en una escuela ahora lo paso en el gimnasio o pista. Ahora que no trabajo, entreno más. Antes tenía poco tiempo para descansar y ahora todo es distinto. Estoy transitando una preparación distinta y entreno hasta en doble turno. Por eso digo que, físicamente, estoy mejor que cuando tenía 20 años”, cuenta la protagonista a Tiempo de San Juan.
A todo el entrenamiento se suma el sacrificio y constancia del día a día. A pesar del impasse que hubo en su carrera deportiva por el nacimiento de sus tres hijos (Pablo, Florencia y Alejo, los tres también deportistas) nunca dejó de entrenar: “Tuve que optar entre competir o terminar de estudiar y criar a mis hijos, así que elegí lo último. Pero siempre hice actividad. Claro que cuando crecieron, volví a dedicarme de lleno a la disciplina”.
“Es mucho sacrificio entrenar tres disciplinas y agregarle gimnasio. Hay que tener constancia y voluntad, porque se llega poniéndole todo eso”.
En el 2014 su entrenamiento se potenció al descubrió el exigente triatlón. “Vos tenés que hacer el Ironman”, la convenció su entrenador, Pedro León. Hoy ya lleva ocho ediciones del Ironman 70.30 y una del Ironman completo: el mismo se desarrolló en Brasil y se trató de una prueba de 3,86 kilómetros de natación en mar abierto, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 kilómetros de carrera a pie (la misma la completó en 12 horas).
“Mi familia está contenta. Me tildan de loca por andar tantos kilómetros en bicicleta, pero están contentos de poder verme haciendo este deporte. Yo me siento bien. Lo tomo bien el tema de la edad porque muchas personas me toman como referente y dicen ´si esta mujer lo puede hacer, ¿por qué yo no?´. Hacer deporte es para tener una mejor calidad de vida para un futuro”, cierra.
“El Ironman de San Juan será especial, combinará el dique y los cerros, algo nunca antes visto”.