A partir de hoy los consumos con tarjeta en la Ciudad seran mas caros: los millones detras del anuncio
Los consumos con tarjetas de credito en la Ciudad de Buenos Aires comenzaran a pagar desde hoy una nueva alicuota de 1,2% por impuesto de sellos al entrar en vigencia el tributo incorporado en el Presupuesto 2021 y aprobado por la Legislatura porteña el 10 de diciembre pasado. El mismo gravamen, con la misma logica e implementacion, se encuentra vigente hace años en la provincia de Buenos Aires, en Chaco, Cordoba, Formosa, Santa Fe y otras provincias.
El Impuesto a los Sellos a las tarjetas de credito fue incluido por el Gobierno de la Ciudad con el objetivo de recaudar $7.700 millones y consistira en un gravamen del 1,2% a las compras y debitos que se hagan por ese medio a partir de hoy.
Estimaciones privadas realizadas durante el debate de la nueva alicuota, señalaron que la recaudacion a la que podria aspirar la Ciudad con este tributo y otros incrementos impositivos se elevaria a casi los $20.000 millones.
La base imponible de este gravamen seran todas las tarjetas de credito bancarias, para los consumos tanto en pesos como en dolares, de todas aquellas cuentas registradas con domicilio en la Ciudad de Buenos Aires, aunque su titular resida en otra jurisdiccion.
La medida, incluso antes de su aprobacion, habia recibido el rechazo de las entidades representantes de comerciantes y de la pequeña y mediana empresa, por entender que se trata de un nuevo impuesto al consumo en momentos en que se impulsa la recuperacion de la actividad economica.
En ese sentido se manifestaron entidades como la Confederacion Argentina de la Mediana Empresa (Came), la Asamblea de los Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) de la Ciudad, al entender tambien que el riesgo es la mayor informalidad en las ventas y el menor incentivo a la bancarizacion.
El argumento oficial sobre la medida fue que forma parte de un plan diseñado para equilibrar las cuentas que estaban planificadas previamente a la decision del Gobierno nacional de redirigir un porcentaje de la partida de la coparticipacion que percibia la Ciudad, que fue calculado en $52.000 millones.
Para ello, fijaron para el 2021 “la suspension, ralentizacion y postergacion” de obras, un mantenimiento “minimo y esencial del espacio publico” y la revision de “los grandes contratos y servicios que brinda la Ciudad”, como el de la recoleccion de residuos.
Tambien se determinaron cambios impositivos a partir de la eliminacion de la exencion sobre los Ingresos Brutos a las Letras de Liquidez (Leliq) y una modificacion que consiste en incrementar del 7% al 8% la alicuota del Impuesto sobre los Ingresos Brutos al sector financiero.
Al defender el proyecto, el ministro de Hacienda y Finanzas porteño, Martin Mura, explico que “estos tributos no son un invento de la Ciudad, sino que se aplican en otras jurisdicciones”, en relacion al cobro de una alicuota de 1,2% a los debitos o cargos del periodo incluidos en la liquidacion o resumen.
En respuesta, el vicepresidente de Apyme, Julian Moreno, manifesto que “los impuestos deberian gravar otras cuestiones, como los grandes patrimonios o las transacciones financieras especulativas” y lamento que “en un pais donde el consumo representa las dos terceras partes del producto, la Ciudad se da el lujo de gravar con un impuesto al motor de la recuperacion pospandemia”.
En similar sentido, el presidente de la CAME, Gerardo Diaz Beltran manifesto tambien su “enfatico rechazo” al nuevo tributo y considero que “es insolito, porque quieren estimular la economia agobiando al que la pone en marcha; en lugar de generar mas incentivos para movilizar las ventas y la actividad productiva, le pegan al cliente”.